El torero Diego Urdiales será el pregonero las fiestas de San Cosme y San Damián 2022

Diego Urdiales será el pregonero de las fiestas de San Cosme y San Damián 2022. El próximo 25 de septiembre, el diestro de Arnedo convertirá las tablas del Teatro Cervantes en su particular ruedo, y en el se dirigirá a los arnedano para preludiar las primeras fiestas de Interés Turístico Nacional. 

Se trata de un pregonero que prácticamente no necesita presentación. Urdiales nació el 31 de mayo de 1975. Con tan solo 11 años ingresó en la desaparecida Escuela Taurina de Arnedo, y debutó en público el 19 de marzo de 1988, en la plaza de Toros de Arnedo, precisamente anunciándose como ‘Diego de Arnedo’. En ese mismo escenario, también se vistió de luces por primera vez el 2 de octubre del mismo año. En 1992, Diego debutó con picadores, y a pesar de pasar por varios años en los que no le fue sencillo anunciarse en las ferias, el 1 de octubre de 1998, diez años después de su debut, la desaparecida plaza de toros de Arnedo vio como se alzaba con el Zapato de Oro.

En 1999, tomó la alternativa en Dax (Francia), arrancando su carrera como matador de toros, en la que poco a poco, y no sin esfuerzo, a pesar de percances y contratiempos y algunos años realmente complicados, ha ido haciéndose un hueco hasta llegar a lo más alto del escalafón con su toreo clásico, añejo y puro, ganándose el respeto de plazas tan exigentes como Madrid, Bilbao o Sevilla, además de numerosas plazas al otro lado del Atlántico, sin olvidar “sus plazas” como Logroño, Alfaro y por supuesto Arnedo.

Diego Urdiales ha paseado el nombre de la ciudad de Arnedo por toda la geografía nacional e internacional, siendo, sin duda alguna, un destacado embajador del municipio, por lo que su nombramiento como pregonero es más que merecido, y viene a cubrir una deuda pendiente por su labor de difusión de Arnedo en todo el orbe taurino.

Urdiales, por su parte, se ha mostrado agradecido por este ofrecimiento durante su presentación, calificando este encargo como un honor y una responsabilidad. Se ha definido como un habitual del pregón a lo largo de los años, uno de los actos, ha dicho, que considera de los más emotivos de las fiestas. Una responsabilidad que le emociona ya que se ha sentido siempre orgulloso de ser de Arnedo y que confía en estar a la altura, aunque se lo plantea como un reto que le inquieta, y que le quita el sueño, algo que no consigue su profesión.