26 Sep Álvaro Chichón y Fabio Jiménez cortan una oreja cada uno a una buena novillada de Lumbreras
El ganadero riojano Carlos Lumbreras lidia en Arnedo una novillada muy bien presentada y con varios novillos de nota; los novilleros Álvaro Chinchón y Fabio Jiménez cortan una oreja cada uno.
Fotografía: Sonia Tercero (Diario La LA RIOJA)
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Arnedo. Arnedo Arena. Novilladas sin picadores. Se lidiaron erales de Álvaro y Pablo Lumbreras, serios en su conjunto y muy bien presentados. El 1º, con movilidad pero incierto; el 2º, va y viene pero protestón; el 3º, con casta pero rajadito; el 4º, mansito; el 5º, noble y con calidad; y el 6º, pronto y reponiendo mucho. Un tercio de entrada.
Álvaro Chinchón de verde hoja y oro. Pinchazo, estocada trasera tendida, descabello, aviso (saludos). Estocada, aviso, descabello (oreja).
Fabio Jiménez de rioja y oro. Estocada trasera tendida, dos descabellos (oreja). Bajonazo, dos pinchazos hondos, estocada que hacer guardia, tres pinchazos, dos descabellos (saludos).
Eric Olivera de verde botella y oro. Pinchazo, metisaca, pinchazo hondo, pinchazo, aviso, pinchazo (silencio). Dos pinchazos, pinchazo hondo trasero (ovación).
Fotografía: Sonia Tercero (Diario La LA RIOJA)
CRÓNICA de Jesús Rubio para Diario La LA RIOJA
Se tenía la intención de haber celebrado en la tarde de este domingo la final del Bolsín Taurino de La Rioja Zapato de Plata 2020, pero los tres novilleros que en aquel momento se clasificaron ya han debutado con picadores, así que se contó con otros tres jóvenes. Álvaro Chinchón se hizo con la embestida del primer eral de la ganadería riojana de Álvaro y Pablo Lumbreras. Lo sacó a los medios con un ramillete de verónicas muy medido, dominado el viaje y con precisión. Ya con la muleta en la mano derecha, el animal embistió con movilidad, era correoso pero punteaba mucho los engaños desluciendo los muletazos. Había que poderle. Fue un astado complicado que pedía mucha técnica y oficio, como lo fue casi todo el encierro, y eso para los jóvenes que están empezando es mucho, y más ahora que llegan a las plazas sin apenas rodaje.
Fotografía: Sonia Tercero (Diario La LA RIOJA)
En el cuarto, Álvaro llevó a cabo una faena muy afanosa, en la que alternó series por ambos pitones tratando de hacerse con la acelerada embestida del novillo, que terminó rajadito. Hubo que someterlo mucho para que meterlo en los vuelos. Fue una faena con muchísima disposición. Con el capote, recibió al animal con tres faroles de rodillas. Tras la estocada, cortó una oreja.
Fabio Jiménez le cogió muy bien el ritmo al segundo eral de la tarde con el capote, toreando a la verónica, llevándolo con suavidad y sin enganchones. Fue un astado muy protestón después, que fue a menos, con viajes muy desiguales y algunos de media arrancada. Este joven torero de Alfaro armó una faena con torería, pero sin llegar a una gran explosión de reunión. Cerró por molinetes y cortó una oreja.
El quinto fue el animal de mayor calidad del encierro. Noble y que embistió con buen son. Fabio lo llevó templadito, suave y aprovechado con inteligencia las inercias. Le faltó algo de motor al animal pero se movía bien. Se relajó el novillero de Alfaro, y fue entonces cuando llegaron los muletazos con mayor hondura. La espada se le atravesó mucho.
Fotografía: Sonia Tercero (Diario La LA RIOJA)
En prácticamente todos los novillos hubo quietes. La rivalidad por no dejarse ganar la pelea. Se agradeció. Fueron varios los palos que tocaron los tres novilleros: gaoneras, chicuelinas, verónicas, remates también variados… Con firmeza y transmisión embistió el tercero, y Eric Olivera tuvo que someterlo mucho para poder llevarlo. Era complicado. Lo tuvo que hacer todo por bajo al comienzo.
El astado a medida que fue perdiendo revoluciones sacó a la luz su mansedumbre, y tras cada muletazo tomaba dirección a chiqueros. En la recta final embistió de manera huidiza, y Olivera poco pudo hacer para resolver la papeleta. El que cerraba plaza fue un animal que tomaba los vuelos pronto pero reponía mucho. Fue también exigente, pero embestía con todo. La faena fue muy acelerada, pero Olivera supo gestionarla y tuvo momentos de transmisión. Falló con la espada.